Prueba de fuego para Caputo: hoy enfrenta una megalicitación y debe convencer a los bancos de que apuesten a más largo plazo

Transcurrió un mes del desarme de las LEFI y la conclusión es que en ese lapso el Tesoro pasó de pagar 29% para financiarse a un año a una tasa que va entre el 50 y el 60% (hoy se sabrá con detalle tras la licitación).

¿Qué ganó entonces el Gobierno?

No lo dirá pero ciertamente compró tranquilidad cambiaria con estas tasas.

En los últimos 30 días el dólar subió alrededor de 4,5%, por encima de la inflación, y la tasa de interés fue la zanahoria para que el tipo de cambio no se acercara más al techo de la banda, algo que hubiera generado nerviosismo en la previa electoral. Ayer el dólar oficial cerró en $ 1.330, en línea con lo que ya se viene observando desde la semana pasada (había llegado a $ 1.380 a fines de julio cuando el Banco Central entonces vendió contratos futuros a tasas negativas por debajo del precio del mercado spot).

¿Y entonces qué queda de este mes de turbulencias financieras?

La respuesta es… depende. ¿De qué? Primero de si el Gobierno reacciona al error y, segundo, cómo lo hace.

El Banco Central anunció una medida sobre los pases activos que permitiría a los bancos presentarse más tranquilos a la licitación de este miércoles para cubrir vencimientos por $ 15 billones, de manera que el Gobierno anuncie esta tarde un mejor resultado y que el efecto siguiente sea una baja de tasas.

Si hay un delivery que el programa con el FMI aún no trajo fue la baja del riesgo país que sigue arriba de los 700 puntos.

Precisamente el descontento en la city de estas últimas semanas es que los bancos quedaron expuestos a ese riesgo argentino y a una mayor volatilidad. Argumentan que en otros países (vecinos) no sucede igual porque la liquidez diaria del sistema financiero es administrada vía instrumentos del Tesoro (libres de riesgo) o a través de ventanillas de los Bancos Centrales. Son todas herramientas para evitar la volatilidad de corto plazo en las tasas de interés.

No solo ninguna de estas opciones estuvo a mano durante este mes sino que al eliminar las LEFI el Gobierno alentó a los bancos a tener más a mano la liquidez para enfrentar las demandas de un sistema donde los Fondos Comunes de Inversión tienen cada vez más peso en sus depósitos. Y esa mayor necesidad de liquidez de las entidades hizo que renovaran menos vencimientos en las licitaciones, al punto que en una de las últimas no tuvo el resultado que esperaba el Gobierno.

Por último, Economía limitó a los bancos al uso de los instrumentos que pueden acceder a la licitación de hoy, al fijar un cupo al acceso de las letras de corto plazo que vencen antes de las elecciones y de ese modo incentivar a las entidades a que inviertan en letras con vencimientos para después de octubre.

En una mesa de dinero ayer por la tarde hacían la siguiente lectura de esta medida de Caputo. Por un lado, el Gobierno avisó que está dispuesto a dejar más de $ 7 billones afuera de la licitación de hoy (se renuevan vencimientos por $ 15 billones y Finanzas puso topes máximos para las Lecap más cortas: $ 3 billones para la que vence el 12 de septiembre y $ 4 billones para la del 30 de septiembre), esto implica que más del 50% de la plata tiene que invertirse a opciones que vencen después de las elecciones.

“Todo esto podría provocar competencia por la tasa, generando una baja”, pensaban ayer en un banco importante.

La novedad es que este miércoles el Banco Central anunció que dará liquidez a los bancos a cambio de dejar en garantía bonos (pases activos), algo que ayudaría a descomprimir la licitación porque las entidades así tendrán más margen para renovar vencimientos y de ese modo Finanzas, más chances de mostrar un resultado favorable. O sea, que finalmente llegó la ayuda del Banco Central. Cobrará la misma tasa que los bancos (tasa Repo) más un 2%.

“Así como la política fiscal ha sido muy contundente y clara, en la política monetaria, en cambio, el Gobierno ha tenido idas y vueltas. Faltó más claridad con respecto a la fiscal”, dice el exministro6 de Economía Nicolás Dujovne. “También faltó diálogo porque estaba claro que era un problema para los bancos renovar la deuda si no existe un mecanismo de liquidez provisto por el Banco Central”.

Hoy se conocerá el dato de inflación de julio, pero las miradas ya están puestas en agosto y cuál será el traslado a precios de la suba del dólar durante el mes pasado. Una fuente importante del Gobierno admite que el impacto se sentirá. “La inflación tendrá oscilaciones pero irá a la baja”. No cree que el salto en los precios sea de la misma magnitud que el del dólar (15%).

“La inflación en los próximos meses será oscilante como vimos entre febrero y abril de este año, pero alrededor de niveles más bajos que entonces”. Vale recordar que a principios de año el número mensual saltó de cerca de 2% a 3,7% (marzo) y dos meses después perforó el 2% (en mayo ya estaba en 1,5%).

El comportamiento de las variables también serán cruciales para los próximos pasos de Luis Caputo: la tranquilidad de las tasas, la previsibilidad para los bancos y la inflación lo que permitirá al Gobierno llegar a las elecciones con la calma que parecía controlar hasta que el mismo ministro dijo “Comprá, no te la pierdas campeón”. El dólar estaba $ 1.235 y la tasa menos de 30%. El mercado siempre devuelve la humildad.

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