El clima dentro del vestuario de Boca está al rojo vivo. Luego de la caída por 1-0 frente a Huracán, que significó el undécimo partido sin triunfos del conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo, se conoció un nuevo episodio de tensión que dejó al descubierto el mal momento que atraviesa el equipo.
En este caso, el protagonista fue Miguel Merentiel, quien rompió el vidrio de una de las puertas del vestuario visitante en el estadio Tomás A. Ducó. El episodio ocurrió al final del primer tiempo, justo después de que el delantero fuera reemplazado de forma inesperada.
Merentiel se dirigió directamente al túnel con evidente fastidio tras enterarse de su salida, en una situación que fue explicada más tarde por el entrenador xeneize como un “problema de papeles”. Sin embargo, la reacción del jugador fue contundente: de manera impulsiva, terminó dañando una de las entradas del vestuario.
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Las imágenes del vidrio destrozado se viralizaron rápidamente, generando indignación en parte del público y preocupación dentro del club. Aunque no se precisó el momento exacto en que ocurrió el incidente, se sabe que fue antes de que comenzara el segundo tiempo.
La dirigencia de Boca actuó rápidamente para contener el conflicto: el personal de seguridad se disculpó con las autoridades de Huracán y se ofrecieron a pagar los daños ocasionados.
Este hecho se suma a una semana cargada de críticas, en la que el club de la Ribera profundizó una crisis futbolística sin precedentes. La frustración acumulada parece haber hecho mella en los jugadores, quienes comienzan a mostrar señales de tensión no solo en la cancha sino también fuera de ella.
Además, desde el entorno del club local se supo que ya enviaron el presupuesto del arreglo para que la institución de la Ribera cubra el costo del destrozo. Mientras tanto, la dirigencia de Boca trata de descomprimir la situación y centrarse en el trabajo para revertir el mal presente.
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