En medio del conflicto abierto por el reparto de fondos y la media sanción de un paquete de leyes en esa línea, un grupo mayoritario de gobernadores avanza con el armado de un frente electoral conjunto para competirle la presidencia a Javier Milei en 2027.
Las charlas se vienen dando desde hace meses y hay consenso para crear un espacio que aglutine a mandatarios y referentes provinciales que llegaron al poder desde Juntos por el Cambio y aquellos peronistas dialoguistas. El límite es el kirchnerismo.
Clarín pudo reconstruir algunas de las conversaciones que vienen manteniendo los gobernadores provinciales, que atraviesan el peor momento en la relación con el mileísmo, al punto que el propio Presidente los criticó por querer «destruir al Gobierno», después de que avanzaran en el Senado las dos iniciativas que dan más recursos a las provincias y promueven cambios en el impuesto a los combustibles y ATN.
El fastidio de muchos mandatarios se acentuó después de esa frase. «Nos pusieron a todos en la misma bolsa, con los gobernadores kirchneristas, cuando nosotros apoyamos al Gobierno durante todo este año y medio», es la queja común que comparten muchos gobernadores, que quieren consolidar un espacio común para confrontar con la Casa Rosada.
Las charlas se dan por fuera del chat «23 gobernadores + un Jefe de Gobierno», que integran todos los mandatarios provinciales con Jorge Macri, el alcalde de la Ciudad. Sucede que allí conviven dirigentes completamente alineados al kirchnerismo, como Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Axel Kicillof (Buenos Aires) o Ricardo Quintela (La Rioja).
Charlas incipientes con 2027 en la mira
Si bien no lo van a blanquear, fuentes provinciales aseguran que quienes alientan el armado de una propuesta electoral hacia las presidenciales imaginan a los diez gobernadores de Juntos del Cambio conviviendo con otros independientes y varios de los que representan al peronismo no kirchnerista.
La decena de gobernadores cambiemitas son Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis), Ignacio Torres (Chubut), Marcelo Orrego (San Juan), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Jorge Macri (CABA) y Leandro Zdero (Chaco).
Los peronistas que no responden a Cristina Kirchner de manera directa son Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) e incluso, dicen quienes piensan en el armado federal hacia 2027, puede sumarse el pampeano Sergio Ziliotto. También buscarán seducir a ex gobernadores con peso territorial como Juan Schiaretti.
Entre los denominados independientes aparecen los tres del sur que gobiernan con partidos provinciales: Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Claudio Vidal (Santa Cruz), y el misionero Hugo Passalacqua. En un escenario de máxima en el que se sumaran todos ellos en un espacio que compita contra Milei, serían en total 18 mandatarios provinciales.
Reunión en La Rural y llamados de Rosada
Mientras, en el círculo rojo se habla de un encuentro este jueves en un cóctel en La Rural, para limar asperezas entre gobernadores y referentes de la Casa Rosada.
Fuentes cercanas a las provincias relativizan el éxito de esa cumbre, convocada por el presidente de la Sociedad Rural Nicolás Pino, por no tener carácter de institucional. Esperan, en cambio, que llegue una invitación formal de Gobierno, que aún no se dio.
Varios de los gobernadores dialoguistas coinciden en que el puente ideal para poder negociar cuestiones relativas a la coparticipación federal es Guillermo Francos, o incluso Santiago Caputo.
Pero creen que el jefe de Gabinete no está empoderado por los Milei y que el asesor presidencial perdió, por decisión propia o ajena, influencia interna.
«Todo lo decide El Jefe, es decir, Karina, con los Menem», relatan respecto al peso de la secretaria general de la Presidencia. Aunque cuentan también que en las últimas semanas, a raíz de la unidad de los gobernadores, en el Gobierno empezaron a intentar atenuar el conflicto, más allá de los dichos en público de Milei.
A un gobernador lo llamó varias veces en la misma semana un ministro clave del Gobierno para resolver temas que tenían pendientes y que venían demorados en cuanto a su ejecución. «Están en alerta porque sienten que la situación del Congreso les puede complicar la gobernabilidad», es la reflexión compartida.
Qué pasará con el veto presidencial
El paquete de leyes que la semana pasada sancionó el Congreso, con la suba de jubilaciones, la prórroga de la moratoria previsional y la declaración de la emergencia en discapacidad, genera preocupación en la Rosada, pese a que Milei dijo que las vetará.
No obstante, hay confianza en que una vez que el Presidente vete la norma, Diputados le dará respaldo para sostener ese veto, a partir de la votación de los propios libertarios, más la mayoría del PRO y otros bloques de buena sintonía con el jefe de Estado.
«Van a tener el número para ratificar los vetos en ese paquete de leyes previsionales, pero va a ser difícil que pueda bancarlo si se confirman los proyectos de los gobernadores por ATN e impuesto a los combustibles», consideran fuentes provinciales.
En las últimas horas, quienes trabajaron en los textos de los proyectos de ley tomaron con buen ánimo las declaraciones que hizo Federico Sturzenegger. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado sugirió que Milei apruebe la iniciativa que modifica la distribución de los Aportes del Tesoro, pero el Gobierno tiene decidido vetarla en caso de que sea ley.